Pulsiones de Vida y Muerte

<p>Cuando hacemos alusión a las pulsiones o a su energía, lo estamos haciendo a cargas eléctricas y a partículas subatómicas; así mismo nos referimos a "estímulos endógenos y exógenos", "señales", "excitaciones", "deseos", "necesidades"...

Full description

Bibliographic Details
Main Author: Guillermo Sánchez Medina
Format: Article
Language:Spanish
Published: Editorial Kimpres 2001-12-01
Series:Medicina
Subjects:
Online Access:http://revistamedicina.net/ojsanm/index.php/Revistamedicina/article/view/617
Description
Summary:<p>Cuando hacemos alusión a las pulsiones o a su energía, lo estamos haciendo a cargas eléctricas y a partículas subatómicas; así mismo nos referimos a "estímulos endógenos y exógenos", "señales", "excitaciones", "deseos", "necesidades", "afectos y emociones", "transmisiones e impulsos", originados<br />en los "instintos".<br />Conocemos desde la perspectiva del psicoanálisis de Freud (en su trabajo sobre Meta psicología en 1915), cómo el instinto es un concepto limítrofe entre lo mental y lo somático, siendo la representación psíquica del estímulo, originado en el organismo que elige la mente.<br />Por lo tanto los instintos no serían sino la organización de "fuerzas" para la vida y la muerte orgánica, que buscan restablecer un orden y estado de interrelación y movimiento con otras fuerzas (cargas opuestas, antimateria y/o antipartículas), que perturban ese funcionamiento o por el contrario, actúan para conservar el equilibrio y orden; he ahí un concepto proveniente o que nos lleva también a la teoría de la complejidad y caos.<br />Los instintos (de vida-eros y muerte-tanatos) vigilarían el destino de los organismos elementales que sobreviven al individuo total, proporcionándoles un refugio seguro mientras se encuentran indefensos contra los estímulos del mundo externo, y a la vez facilitando su encuentro o nacimiento en la estructura de los nucleótidos del ADN, que son la base biológica del instinto sexual, que preservan la especie y.restablecen un estado previo, el que puede ser la misma involución y la inercia. Todos estos fenómenos no significan que exista una tendencia a la perfección; de aquí que la muerte interna sea también natural como la vida, la que tiene su escape en la ya mencionada supervivencia, defensa y conservación de la especie. De tal forma, la biología no va en contravía de los instintos<br />de muerte. "Por su parte al reservorio del instinto de vida le damos, en psicoanálisis, el nombre de "libido" del Ello y del Yo, y del sí mismo", a la vez que de la conciencia moral (super - Yo) como estructuras. El psicoanálisis considera que las fuerzas del tánatos también se ubican en la estructura del Super-Yo. De la misma manera, la fuerza y energía que estimula e impulsa a la sexualidad y a la autoconservación de la vida (con sus catexis o cargas y anti-catexis o contracargas)<br />provienen de la libido (instinto libidinal o Eros).<br />Estos dos instintos (eros-vida, tanatos-muerte) neutralizarían o darían un equilibrio en forma compleja, fuera de la linealidad. El estímulo-señal proveniente del afuera (exterior, entorno) se presenta en el objeto real que despierta y/o excita al aparato mental para producir atracciones y necesidades de satisfacción o placer.<br />Cuando hablamos de que un objeto es productor de placer en el Yo (amor, atracción, satisfaccion) o displacer. (odio, insatisfacción, rechazo) nos referimos a que produce una "atracción" (lo que significa que es un atractor) para amar y odiar; sin embargo, la atracción del odio termina o se inicia con el rechazo a los objetos que odiamos o que nos producen displacer...</p>
ISSN:0120-5498
2389-8356