Summary: | El mensaje aparentemente liberador que el cristianismo propone a los dominados de la sociedad esclavista y patriarcal grecorromana, podría estar resumido en el texto de Gal. 3, 28, que anuncia la supresión de las barreras políticas, jurídicas y de género. Mujeres y esclavos, que figuran –junto con los extranjeros– en este texto como los «otros» respecto a la definición del «yo» androcéntrico, aparecen reiteradamente asociados en el pensamiento antiguo. El presente estudio aborda la incorporación en el discurso cristiano de la ideología esclavista para justificar/legitimar el castigo corporal, y la accesibilidad sexual –la violencia de género– sobre las mujeres, y su sometimiento e interiorización de su dependencia respecto al varón –el esposo–, ya sea éste mortal o divino.
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