Summary: | Los intentos de la ciudad de Manresa para conseguir un mejor posicionamiento turístico no han fructificado y sigue estancada en un estadio de desarrollo turístico poco consolidado. La última iniciativa planteada por su ayuntamiento (proyecto “Manresa 2022”) pretende recuperar la figura de San Ignacio de Loyola aprovechando que en ese año se celebrará el V centenario de la estancia de este personaje en la ciudad y que fue aquí donde tuvo sus experiencias místicas. Sin embargo, a pesar de que Manresa es centro de peregrinaje de jesuitas, esto no se ha traducido en un movimiento turístico significativo. En este texto se abordan las dificultades para hacer que el turismo religioso se convierta en un verdadero motor económico y también en un instrumento que contribuya a la revitalización del patrimonio y regeneración de ciertos espacios urbanos.
|