Summary: | En la Lima colonial, los mulatos libres y otras castas se hicieron imprescindibles como barberos y cirujanos a tal punto que esos oficios se volvieron casi exclu- sivos de ellos. La universidad impidió que obtuviesen grados por la nota de infamia que llevaban en sí, pero esto no fue un obstáculo para que algunos se formaran libremente en los hospita- les donde se enseñaba al que quisiera aprender y trabajar como barbero o ciru- jano, bajo la dirección de los médicos. De esta manera, muchos mulatos lograron ejercer el oficio en virtud de haber su- perado los exámenes que se realizaban en el cabildo. Solo uno, el mulato José Manuel Valdés, logró permiso real para sacar su grado en la Universidad de San Marcos en 1795, pero ya para entonces los requerimientos eran menos severos y se había franqueado el camino para que los miembros de las castas pudiesen ejercer trabajos anteriormente vedados a ellas.
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