Summary: | En las últimas dos décadas, la agricultura argentina ha tenido transformaciones que cambiaron definitivamente su perfil agroproductivo. La incorporación de la siembra directa como práctica conservacionista, junto con su paquete asociado del herbicida glifosato, y el cultivo de soja transgénica son los pilares en los que se concentró este modelo, intensificado tanto hacia la agricultura (agriculturización) como hacia la ganadería intensiva (feedlot), todo ello sin considerar prácticamente las externalidades producidas. Estos problemas ambientales se reflejan en una importante pérdida de nutrientes y degradación de suelos, la destrucción de hábitats, el aumento en las exportaciones de agua virtual, la aparición de nuevas plagas, enfermedades y malezas tolerantes y resistentes como el sorgo de alepo, sumados a la deforestación en varias ecorregiones. Áreas con poblaciones importantes como en la cuenca del río Luján comienzan a recibir también estos impactos. El estudio se centra en un análisis sobre la evolución y situación de los nutrientes del suelo, como un indicador de pérdida de calidad ambiental, social y económica.
|