Summary: | El abogado, escritor y periodista mexicano Eduardo J. Correa (1874-1964), escribió su autobiografía para su familia cerca de cumplir sus noventa años. En ella refirió su genealogía, su infancia, su educación, sus labores como editor y como abogado. Un eje importante de su vida fue su defensa de la Iglesia Católica ante el anticlericalismo en distintos contextos históricos en México. Primero como estudiante en su ciudad natal, luego durante la Revolución Mexicana (1910-1920), como director de los periódicos católicos El Regional, en Guadalajara, y La Nación, en la Ciudad de México. En distintos momentos de su narración relató sus emociones, expresó la furia, las decisiones viscerales, lo que llamó ‘su soberbia’ en especial cuando sostuvo las convicciones religiosas aprendidas de su padre, al tiempo que rememoró cómo protegió su dignidad ante quienes le representaron amenaza. El presente trabajo analiza, desde la metodología de la cultura escrita y algunos elementos de la historia de las emociones, tres momentos de la autobiografía de Correa en los cuales expresó las emociones que recordó de los eventos, manifestó su firme postura católica y se representó soberbio e inflexible ante las personas, a pesar de las consecuencias que debió afrontar. La revisión de la autobiografía de Correa permite conocer también, la historia de los activistas católicos de finales del siglo XIX y principios del XX en México, así como sus luchas al mantenerse firmes en sus creencias.
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