Summary: | Una de las pocas generalizaciones ampliamente
aceptadas en las ciencias sociales es que la familia
es una institución que se encuentra en todas las
sociedades humanas. Esta sintetiza la congruencia
entre los cambios económicos, políticos, sociales,
culturales y demográficos que tienen lugar en los
países. Su desarrollo no es anárquico, sino que responde
a las transformaciones experimentadas por
la sociedad a la que representa. Por tanto, aunque
sigue siendo la institución van surgiendo nuevas
modalidades de relaciones entre padres e hijos, entre
hombres y mujeres, entre jóvenes y viejos que
conducen, sin duda, a otros modelos familiares.
El presente artículo tiene como objetivo debatir
acerca del concepto de familia tradicional –pareja
heterosexual, con hijos y con roles bien definidos–,
frente a otras estructuras familiares contemporáneas
que alteran los parámetros con los que
se entendía la vida familiar. Para ello, se propone
transitar por algunas definiciones que permiten reflexionar
en torno a los principales cambios observados
en la sociedad y su reflejo en la perspectiva
analítica de la familia como institución, en particular,
lo referido al matrimonio y la cohabitación, la
procreación y la filiación intergeneracional.
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