Summary: | En este documento se analiza que, si bien el sector turístico ha sido de gran importancia para la economía mexicana en el ámbito macroeconómico, en los últimos años el impacto socio ambiental de esta actividad económica es elevado. Se sabe que el modelo transnacional del turismo está desvinculado de las cadenas locales de valor. El turismo de alto ingreso raramente se encuentre inserto en las estructuras económicas locales. En México, por ejemplo, gran parte de los ingresos provenientes del turismo internacional se exportan por la vía de los ingresos de las cadenas hoteleras y la organización de los circuitos turísticos o los costos de aerotransporte. Por otro lado, gran porcentaje de la ventaja competitiva del sector es producto de la externalización de los costos sociales y ambientales. Lo anterior se debe a que, por una parte, los salarios de los trabajadores de los servicios turísticos no pueden competir con los de los países industrializados y a que, frecuentemente, las instalaciones turísticas extranjeras, especialmente las hoteleras, se les ha permitido localizarse en zonas extremadamente sensibles para el equilibrio ecológico local. Los “ahorros” derivados de estas prácticas permiten al turismo “mexicano” competir a escala mundial en el sector. El artículo que se presenta, se explora un aspecto particular del subsidio ambiental de la actividad turística: la huella de carbono producida por los vuelos internacionales en el caso de uno de los destinos turísticos más importantes de nuestro país, Puerto Vallarta.
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