Enfermedad y muerte de Don Gonzalo Jiménez de Quesada

<p>La lepra es una enfermedad que se caracteriza por la insidia de su presencia, su lenta evolución y la progresiva incapacidad que en sus víctimas causa.</p><p>Esto y el temor que ha infundido desde tiempos bíblicos, han hecho que ante ella se haya mantenid...

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Bibliographic Details
Main Author: Fernando Serpa Florez
Format: Article
Language:Spanish
Published: Editorial Kimpres 1997-12-01
Series:Medicina
Subjects:
Online Access:http://revistamedicina.net/ojsanm/index.php/Revistamedicina/article/view/764
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description <p>La lepra es una enfermedad que se caracteriza por la insidia de su presencia, su lenta evolución y la progresiva incapacidad que en sus víctimas causa.</p><p>Esto y el temor que ha infundido desde tiempos bíblicos, han hecho que ante ella se haya mantenido una actitud ambivalente de negación hasta donde es posible y de rechazo irracional a quien la padece, por temor al contagio.</p><p>Ejemplo de ello es el aura de sagrado misterio que envuelve la leyenda de los padecimientos del Adelantado don Gonzalo Jiménez de Quesada (1509-1579), conquistador del Nuevo Reino de Granada y fundador de Santafé de Bogotá en el año de 1538, muerto a la edad, avanzada para la época, de setenta años.</p><p>No se puede afirmar, en forma definitiva, que el conquistador fuera leproso. Se acepta, acogiendo el argumento de autoridad que tiene el primer historiador médico entre nosotros, don Pedro María Ibáñez, quien escribió en 1884, en las Memorias para la Historia de la Medicina en Santa Fe, que en “1579 falleció en la ciudad de Mariquita, y de mal de lepra o elefancía de los</p><p>Coincide ello con lo que consigna don José María Vergara y Vergara en su Cuadro Cronológico de la Nueva Granada (hoi Estados Unidos de Colombia), desde los cipas hasta nuestros días (se ha conservado la ortografía usada a mediados del siglo XIX, preconizada por don Andrés Bello), estudio publicado en 1866, en que informa que a poco de posesionarse el tercer Presidente del Nuevo Reino, don Lope Díez Aux de Armendáriz: “ocurrió la muerte del adelantado Gonzalo Jiménez de Quesada que tuvo lugar en Mariquita el 16 de febrero de 1579, a la edad de ochenta años no cumplidos (sic), i de enfermedad de lepra (…)” (2).</p><p>Estos conceptos fueron debatidos por contemporáneos de Vergara y de Ibáñez como el doctor Juan de Dios Carrasquilla aduciendo, entre otros argumentos, que la lepra no fue mencionada por los coetáneos del conquistador. Y que la sífilis, común entonces, podría ser la enfermedad que aquejó a Quesada.</p><p>Sin embargo, don Juan Flórez de Ocáriz (San Lúcar de Barrameda, 612-Santa Fe de Bogotá, 1692) en sus Genealogías, impresas en Madrid 1674 (3) en relación con el conquistador, afirma que a Jiménez de Quesada:</p><p>“En sus postrimerías le aquejó el mal de la lepra, que le necesitó asistir a un desierto junto a la ciudad de Tocaima, que llaman la cuesta de Limba, donde hay un arroyo de fastidioso olor de pasar por minerales de azufre, con cuyos baños descansaba”.</p><p>Este dato da luz al respecto. Al hablar de Quesada encontramos que el genealogista hace alusión a esos quebrantos tratados por medio de baños medicinales que, desde esos lejanos tiempos, cerca de la villa de Tocaima gozaban de reconocida fama para aliviar afecciones artríticas y dermatológicas.</p><p>Agrega el genealogista un conmovedor detalle al consignar que en su testamento el fundador de Santafé de Bogotá: “Dejó renta con qué sustentar en esa cuesta una tinaja con agua, por no haberla cerca, para los caminantes”.</p><p>“La cuesta de Limba”, donde había un arroyo, “con cuyos baños descansaba ...”, el subrayado es nuestro, se encuentra entre las poblaciones de Tocaima y Guatiquía. No muy lejos, por lo demás -y ello es coincidencia- del lugar en que trescientos años más tarde se fundaría Agua de Dios.</p><p>Hay algo enigmático en la vida del Adelantado Jiménez de Quesada (en la vida y en la muerte), que también ha llevado a que la causa de esta última no esté completamente dilucidada.</p><p>Los padres del conquistador fueron don Luis Jiménez de Quesada y su esposa y parienta doña Isabel Rivera y Quesada (3).</p><p>La familia -cuyo oficio era el de tejedores de lino- fue extrañada de Córdoba. Se dispersó por la península y después vino a América. Se dice que luego de un escándalo comercial por fraude que cometió Jerónimo Soria, casado con una tía del conquistador...</p>
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