Summary: | Este artículo reflexiona sobre la inclinación de los partidos políticos ecuatorianos a ocultar sus pactos y acuerdos. Sostiene que el funcionamiento de ¿coaliciones fantasmas¿ -como las ha definido el politólogo Andrés Mejía- hay que explicarlas en la necesidad de los partidos y de sus líderes de sostener -en el espacio público- identidades ligadas a principios de legitimación política y valores éticos irreductibles. La negociación política y los pactos con el gobierno, inevitables en democracia, son entendidos como daños irreversibles a la identidad política, un mestizaje inaceptable desde el punto de vista de la imagen pública. De allí que los acuerdos deban ser ocultados, negados, aún cuando la práctica cotidiana les empuje a buscarlos constantemente.
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