Summary: | Los frijoles constituyen un alimento básico
en la dieta del costarricense. Sin embargo, la cantidad y
frecuencia con que se consumen ha venido disminuyendo, sobretodo
en la zona urbana1. Esta tendencia resulta preocupante,
ya que el frijol es fuente de proteínas, hierro vegetal, fibra,
ácido fólico, tiamina, potasio, magnesio, y zinc2. Su
aporte a la dieta del costarricense, a pesar de la disminución
en su consumo, es importante por su contenido de nutrientes
y de fitoquímicos los cuales son de utilidad en la prevención
y tratamiento de varias de las patologías que afectan a la población
costarricense3. La presente revisión, documenta los
efectos positivos que algunos nutrientes y otros elementos
que aporta el frijol tienen en la prevención y el control de algunas
de las enfermedades crónicas que constituyen problemas
de salud pública en el país. Se abordan de manera particular
la fibra, el ácido fólico y el magnesio. Asimismo, se
hace referencia a otras sustancias fitoquímicas, presentes en
los frijoles, que constituyen elementos protectores de la salud
y que hacen de los frijoles un “alimento funcional”. Finalmente,
se ofrecen recomendaciones prácticas orientadas a
mejorar la digestibilidad de este alimento, de manera que se
contribuya a mantener e incrementar su consumo a nivel de
los hogares costarricenses.
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