Summary: | Las extraordinarias cornucopias que la reina Mariana de Austria donó a la catedral de Santiago en 1683 son unas de las piezas de platería más interesantes que se conservan en España. La historiografía se ha centrado en discutir qué pasajes iconográficos representan, pero teniendo en cuenta que las piezas, claramente, no fueron encargadas específicamente para Santiago, consideramos que es más importante explorar las razones de la ofrenda. El análisis del inventario de la reina demuestra que Mariana nunca tuvo piezas de platería tan extraordinarias como estas, y el hecho de deshacerse de ellas debe indicar una razón poderosa. También es importante el hecho de que la propia Mariana quisiese ofrecer el presente en solitario, como reina madre, sin su hijo Carlos II. Este regalo se encuadra dentro de una anclada tradición que echa a andar en los primeros años de vida de la primigenia fábrica jacobea, la de los regalos con los que la monarquía española fue agasajando a la Catedral, reforzando la constante filiación entre los reyes y la protección del patrón de España. Sin embargo, creemos que estos presentes esconden una intención que va más allá de la simple ofrenda monárquica al apóstol, y fueron entregados como decisión personal de la reina para agradecer la intervención divina de Santiago Matamoros a favor de las tropas austríacas contra el Imperio Otomano.
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