Summary: | Uno de los aspectos más fascinantes del protagonismo femenino en el teatro calderoniano es la capacidad dialéctica que exhiben las damas, su dominio de la argumentación y de las sutilezas expresivas del lenguaje en los intercambios dialógicos que mantienen con los personajes masculinos. Un aspecto interesante a estudiar es la relación entre la situación discursiva de estos intercambios y la estrofa utilizada. Este artículo analiza concretamente el caso de las glosas de romance, recitadas en diálogo entre una dama y un galán, en El acaso y el error; No hay burlas con el amor; Antes que todo es mi dama; Las manos blancas no ofenden; El pintor de su deshonra; Darlo todo y no dar nada, La púrpura de la rosa. Su colocación en la acción dramática, sus características y estructura dependen en buena medida del género al que puede adscribirse la obra en que se enmarcan; en todas ellas, sin embargo, se aprecia el papel imprescindible de la interlocutora femenina, y su capacidad ingeniosa por adaptar el texto citado a las intenciones discursivas y a los argumentos con los que sustancia sus réplicas.
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