Summary: | El linfedema peneano y escrotal tiene consecuencias funcionales, estéticas, sociales y psicológicas significativas para el paciente que lo padece. Es una enfermedad infrecuente en los países desarrollados, aunque relativamente prevalente en los países tropicales. Su causa más común es la filariasis, aunque en nuestra práctica diaria se asocia más frecuentemente a cirugía, radioterapia, procesos inflamatorios y neoplásicos. Presentamos un caso singular de linfedema penoescrotal secundario a cirugía por hernia inguinal gigante bilateral que persistía un año después de la intervención. El tratamiento quirúrgico consistió en la exéresis de toda la piel linfedematosa del escroto involucrada y el uso de colgajos de piel escrotal posterior para la cobertura testicular. En un segundo tiempo quirúrgico se llevó a cabo una extirpación total de la piel del pene y del tejido subcutáneo superficial a la fascia de Buck. Empleamos injertos de piel de grosor parcial para cubrir el pene denudado. El resultado estético postoperatorio fue aceptable y los resultados funcionales y psicológicos son satisfactorios para el paciente 3 años después de la cirugía.<br>Lymphedema of the penis and scrotum has important functional, cosmetic, social, psychological consequences for the affected patient. It is a rare disease in the developed countries, although it is relatively frequent in tropical countries. Globally, the most common cause is filariasis, although in our practice it is most frecuently associated to surgery, radiotherapy, inflammatory and neoplasic diseases. We report one rare case of penoscrotal lymphedema due to billateral giant inguinal hernia reconstrction. The lymphedema was persistent one year after the repair of the billateral hernia. The technique of reconstruction consisted of excision of all involved lymphedematous skin of the scrotum, and use of posterior scrotal flaps for testicular coverage. In a second surgical time, a total excision of the penile skin and subcutaneous tissue superficial to the Buck's fascia was performed. Split thickness skin grafts were sed to cover the denuded penis. The patient had an acceptable cosmetic postoperative outcome. The functional and psychological results were satisfactory 3 years after surgery.
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