Summary: | La belleza no se deja recluir en una definición. Tampoco posee una especificidad acusada, pues no se distingue en esencia de otras facetas de la vida consciente. Cuando se trata de fundamentar un concepto de lo bello en la “naturaleza humana”, la noción apenas permite dar cuenta de algunos fenómenos estéticos; además, esta presunta “naturaleza” muestra una plasticidad y una dependencia del medio que desmienten su posible carácter absoluto. Más que intentar acotar la idea de belleza, o de multiplicar las definiciones de sus ilimitadas variantes posibles, acaso importaría más ocuparse del contenido transmitido por la forma y de su relevancia existencial.
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