Summary: | En los últimos años, ha habido un aumento sostenido del uso de terapias inmunomoduladoras como las terapias biológicas y en un período más reciente, de las terapias con moléculas pequeñas. Estos tratamientos constituyen un factor de riesgo más para enfermar de tuberculosis en adultos y aunque en menor grado, también en niños, especialmente con el uso de anti TNF-a, por lo que antes de iniciar una terapia biológica, hay que descartar la tuberculosis activa y la latente. En el tratamiento de una tuberculosis activa producida por un biológico se debe prolongar la etapa de continuación a 9 meses. Es importante el seguimiento clínico prolongado en años de quienes usan o han completado el uso de estas terapias. Hay que posponer la vacunación BCG en los hijos de madres que usaron terapias biológicas durante la gestación hasta la edad 6 a 12 meses de los niños. El foco de esta revisión está centrado en la tuberculosis por progresión de una forma latente a una activa o por un contacto estrecho con una persona con tuberculosis pulmonar en pacientes que reciben terapias biológicas anti TNF alfa de uso inmunoreumatológico.
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