Summary: | Históricamente, se ha venido considerando a Andalucía como un país de ciudades y así continuó siendo a lo largo de los siglos medievales. Partiendo del desigual nivel de información y de trabajos para el conjunto del territorio, esta aproximación a su evolución en el citado período se efectúa a través de cuatro apartados. En el primero, dedicado al sistema jurídico, se incide, por una parte, en el hecho de que los monarcas bajomedievales quisieron hacer de Sevilla un modelo de concejo, que extender a otros centros urbanos castellanos; por otra, en la función normativa de los citados concejos como cabeza de sus respectivos alfoces. Esto lleva al segundo apartado, cuyo eje es la organización territorial de Andalucía basada en el sistema de villa y tierra, con un grado de dependencia de esta con relación a aquella prácticamente total. También se analiza su papel como centros a distintas escalas y por tanto su jerarquización. El tercero trata de ofrecer una visión de conjunto de la estructura social, con especial incidencia en la paulatina configuración y diversificación de sus élites, a través de la diversidad de sus bases económicas y del ejercicio del poder local. El último apartado plantea la posibilidad de que existiesen ciertos rasgos identificativos de las ciudades andaluzas desde la perspectiva del urbanismo.
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