| Summary: | La eficiencia energética y el ahorro energético son dos conceptos técnicos cercanos, pero distintos. Este artículo se centra en el problema de comunicación de ambos conceptos, que fácilmente se pueden confundir o distorsionar cuando se dan a conocer a la opinión pública. La coordinación técnica y pedagógica en el uso adecuado del lenguaje es fundamental, ya que afecta directamente a la comprensión e implementación efectiva, en este caso, de la política de eficiencia energética. La importancia de aclarar, distinguir y transmitir se enfoca principalmente en los impactos que estos conceptos ocasionan en nuestra vida diaria en términos económicos, sociales y ambientales, como en el uso de la energía. A través de este artículo, se busca evidenciar cómo un lenguaje puede llegar a transmitir erróneamente o no lo que verdaderamente queremos comunicar, lo cual afecta las directrices de política nacional.
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