Summary: | <p>Ante la imposibilidad de practicar caso por caso los millones de liquidaciones anuales relativas a las más importantes figuras impositivas, los ciudadanos se encontraron con la responsabilidad de conocer, interpretar y aplicar el complejo, cambiante y, a veces, incluso deficiente ordenamiento tributario, por lo que debía compensarse la reducción de la actividad administrativa con una fuerte prestación de los deberes de información y asistencia a los obligados tributarios. Por ello, y teniendo en cuenta que la información y la comunicación son la base de los deberes, parece evidente que constituyen uno de los ámbitos administrativos más susceptible de ser transformado por la incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación, de la misma forma que es posible pensar que las consecuencias que ha tenido la incorporación de los nuevos medios en su prestación han comportado un antes y un después.</p>
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