Summary: | La alta escasez hídrica que afecta las poblaciones indígenas del departamento de La Guajira, al norte de Colombia, las hace vulnerables al cambio climático y amenaza su subsistencia. En esta investigación, se implementó un modelo de adaptación al cambio climático en una comunidad indígena, integrada por 23 familias y 120 niños, de una institución educativa. Se desarrolló la metodología de Adaptación basada en Comunidades (AbC) y la evaluación rural participativa en factores claves, como hábitos higiénicos, uso y aprovechamiento del agua y subsistencia alimentaria, donde se evaluó una parcela demostrativa, con distintos sistemas de riego. Se evaluó la calidad del agua en los sistemas de suministro y de distribución, mediante el Índice de Riesgo de la Calidad del Agua para Consumo Humano (IRCA). Se instaló un sistema fotovoltaico híbrido de bombeo solar y molino de viento. Los resultados mostraron que un 88% de la comunidad consume menos de 50 L/persona*día, cantidad menor a la recomendada por la OMS (50 a 100 L/ persona*día), para satisfacer las necesidades vitales. El IRCA registró valores de 0,0, excepto en una muestra tomada en el sitio de acopio, con valor de 7,21, debido a la presencia de coliformes totales. El sistema de riego por goteo solar fue más eficiente, permitiendo el ahorro de agua y el sistema fotovoltaico fue viable para el abastecimiento del recurso hídrico. La comunidad, se apropió de la tecnología, conscientes de la incidencia del cambio climático y la necesidad de adoptar medidas para su mitigación y adaptación.
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