Summary: | El artículo estudia las comisiones vecinales con funciones municipales en una localidad de Tucumán desarrollada al influjo de la producción azucarera. A inicios del siglo XX los asuntos municipales en la mayoría de los pueblos del interior de la provincia fueron encargados a las Comisiones de Higiene y Fomento designadas por el gobernador, ya que no se reconocieron municipalidades si no excepcionalmente. En las inmediaciones de la villa Santa Ana, ubicada en el sur de provincia, se construyó a fines del siglo XIX uno de los ingenios azucareros más grandes de Argentina. Los vecinos de esa localidad impulsaron el rol de la villa como centro cívico y comercial cabecera del distrito, pero las pretensiones del industrial de autoabastecer de materia prima su fábrica, avanzando sobre la propiedad agraria, tendieron a desconsiderar la legitimidad del espacio cívico. En ese contexto, la Comisión de Higiene y Fomento de Santa Ana canalizó parte de las demandas vecinales frente a la avasallante presencia del ingenio, hasta que la designación de comisionados afines a la empresa azucarera conflictuó su funcionamiento y debilitó la posición de la villa. Aun en esas condiciones el órgano de gestión local consiguió el apoyo estatal para resguardar el ámbito vecinal en el territorio.
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