| Summary: | La cultura de la prevención de la pena, es un asunto que nos concierne a todos los ciudadanos, al formar parte de la sociedad; sin embargo, la facultad de imponer sanciones ante la comisión de delitos, le compete única y exclusivamente al Estado, a través de sus diversas instituciones. Razón por la que será el propio órgano estatal el que se encargará de delimitar las acciones positivas a fin de prevenir, controlar y reprimir la criminalidad; empero ello no es una labor sencilla, pues para lograr dicho objetivo deben considerarse los aspectos inherentes tanto al delincuente como a la propia sociedad, de modo que, los instrumentos internacionales y las políticas criminales adoptadas por otros países, se traducen en herramientas indispensables al momento de analizar el tópico en cuestión.
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