Summary: | Cuando en un espectáculo con técnica de mimo, el acompañamiento musical es puesto en evidencia tal que denota tanto su cualidad de acontecimiento escénico cuanto sus propiedades enunciativas, quedan las puertas abiertas para recorrer los demás engranajes que exhibe la escenificación desde un lugar que, además de lúdico, se expresa como zona de operaciones técnicas y retóricas permitiendo que sus estrategias disciplinares puedan ser observadas en perspectiva. Entonces, no sólo puede ser pregnante el contenido del enunciado musical sino también la concretización de su situación de enunciación, especialmente, si la rutina instrumental se involucra con la de la performance de mimo. En el marco de tales presupuestos este análisis acerca de la acción de musicalizar se convierte en excusa para reflexionar sobre un pensamiento dramatúrgico cuyo sentido se construye desde el juego metateatral, promoviendo que de la fruición del espectáculo surja una expectativa de orden más formal que argumental.
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