Summary: | La iglesia católica ha cumplido un papel central en la regulación y control de la sexualidad de la población latinoamericana, legando una “cultura cristiana” que se instala en la subjetividad de mujeres y hombres, a través de una ética y moral basada en los preceptos cristianos que guían y dan forma a una normativa sexual que intenta homogenizar a la población. Pero, en tanto la sexualidad es resultado de procesos sociales en los que intervienen varios actores y no sólo iglesia; y además, estos actores actúan en contextos sociales y culturales diferenciados, los individuos y los colectivos sociales modifican esta normativa ofreciendo variaciones, sentidos y prácticas diversas, producto de una diversidad de tradiciones que“filtran” la información y generan distintas modalidades de apropiación. En este sentido, en este artículo, se intenta mostrar como la mitología y religiosidad aymara ofrece un contexto moral y una ideología que orienta las prácticas sexuales de hombres y mujeres adscritos a la etnia, haciendo que el ethos cristiano, base de las ideas que regulan y controlan la sexualidad de la población no aymara, adquiere en el caso indígena ciertas características singulares.
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