Summary: | Durante muchos años la concepción acerca del concepto de Estado-Nación
siempre estuvo amparado bajo una lectura etnocéntrica. Su punto de entrada
en la historia, con la Revolución Francesa, y su primer intento de Estado
republicano, dejó claro las intenciones de la nueva clase dirigente de
construir una nación. Todo ello implicaba la construcción de una identidad
común, pese al desconocimiento de otras identidades étnicas que fueron
rápidamente sometidas bajo una cultura oficial y hegemónica. De esta
manera, y a lo largo del siglo XIX y XX, se creyó que dicho proceso había
sido exitoso. Empero, en las últimas décadas del siglo XX, la aparición de
movimientos étnicos que reclaman el derecho a su propia identidad han
puesto en cuestionamiento su homogeneidad cultural.
|