Summary: | La celebración en este año del segundo centenario del nacimiento de Ch. Darwin nos ofrece la ocasión y la acuciante curiosidad por el tema ya a punto de ser clásico, de la evolución biológica. Dejando de lado las teorías y ateniéndonos exclusivamente al hecho evolutivo, como hecho suficientemente comprob ado, todavía nos brinda la ocasión y hasta la urgencia de reflexionar una vez más sobre los problemas que plantea, tanto a los científicos, como a los filóso fos e incluso a los teólogos. Nuestra tesis es que la evolución biológica transes pecífica, que es un hecho suficientemente comprobado (y aparte de las teorías explicativas), se presenta como un proceso de liberación progresiva de las condicio nes de la materia amorfa y como un proceso de “emergencia” de formas nuevas y super iores y de acceso a estructuras y funciones cada vez más inmateriales. La flecha de la evolución ¿apunta acaso hacia el Espíritu?
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