Summary: | El trabajo muestra cómo, al aproximarse el fin del sexenio de Felipe Calderón, continúan sin instrumentarse los aspectos medulares de la reforma energética; empero, se han puesto en práctica una serie de ajustes de carácter burocrático-administrativo, los cuales no conducen a la industria petrolera al sitial de clase mundial que prometía la reforma. Por tanto, se hace un llamado al Ejecutivo Federal y a Pemex para instrumentarla en toda su amplitud, incluyendo la construcción de la refinería Bicentenario, la rápida evaluación del proyecto Aceite Terciario del Golfo, y la cuantificación de eventuales yacimientos en aguas profundas del Golfo de México. Esto sin caer en el dispendio, sin dar lugar a la disminución de la productividad de Pemex y el sector energético, y evitando malversación de recursos y favoritismos en la asignación de los contratos a terceros. Dichas medidas son fundamentales para devolver a la sociedad la credibilidad en las reformas estructurales de primera y segunda generación, a partir de cuya aplicación el producto interno bruto del país ha crecido a una tasa inferior a la mitad de la que se alcanzó durante el así llamado "Milagro mexicano más 12".
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