Summary: | La pobreza extrema (PE) urbana fue ignorada por el gobierno de Zedillo (1994-2000), que
concentró 93 por ciento del gasto de combate a la pobreza extrema en el medio rural. El
gobierno de Fox no ha corregido este sesgo. El artículo muestra que dicho sesgo se basó en una sobrestimación del coeficiente de Engel (porcentaje del gasto dedicado a alimentos), lo que llevó a subestimar la línea de pobreza extrema, los niveles de incidencia de la PE y la proporción de la urbana, concluyéndose que la PE es básicamente un problema rural. La evidencia analizada (PE con diversos métodos, pobreza alimentaria, pobreza con el Método de
Medición Integrada de la Pobreza y datos de ingresos de los hogares ajustados a cuentas
nacionales) y la crítica metodológica presentada muestra que la pobreza urbana en realidad representa aproximadamente dos terceras partes de la pobreza nacional, mientras en la PE esta participación es mayor a 50 por ciento. El ensayo presenta, además, el perfil de carencias de diversos grupos de pobres y su perfil sociodemográfico. Concluye con algunas sugerencias para revertir el sesgo rural de las políticas de lucha contra la PE.
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