Summary: | Sin lugar a dudas, en los últimos años la epistemología del turismo ha entrado en una crisis sin precedentes. A los problemas propios de la disciplina y su formación curricular (Leiper, 1981), se le suma una dispersión en la producción de conocimientos (Tribe, 1997; 2010), asociada a la falta claridad a la hora de definir el objeto de estudio (Thirkettle & Korstanje 2013; Korstanje, Mustellier & Herrera, 2016), la pasividad de una academia que dialoga –en la mayoría de los casos- de espalda a sus académicos (Dann 2009; Tribe 2010), y la necesidad nuevos horizontes o temas de investigación que han llevado a una saturación de resultados previsible. El tema obligado en los años por venir será la re-fundación de las bases epistemológicas de los estudios turísticos (Chambers & Rakic, 2015).
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