Summary: | La práctica del shiatsu provee alivio terapéutico a un número creciente de personas que buscan solución a problemas de salud no resueltos por la biomedicina. Fue introducido en Buenos Aires por maestros japoneses en la década del '70. Recibió un impulso adicional en los '90 debido a la
actuación de terapeutas no japoneses formados en el país y en el extranjero, y a su difusión dentro del circuito new age. En la actualidad existen ocho centros de atención y enseñanza en la ciudad, además de una red de terapeutas independientes. Los entrevistados cuestionan a la medicina oficial por su excesivo desarrollo tecnológico a expensas de la comprensión humanitaria. Los pacientes obtienen resultados positivos en el tratamiento de una gama amplia de dolencias y los terapeutas realizan un servicio al prójimo mientras desarrollan su búsqueda personal. Para muchos, se produce una verdadera interacción entre las cosmovisiones oriental y occidental que modifica la visión del mundo constituida previamente. Así, la práctica del shiatsu provee a sus cultores elementos significativos para alimentar el imaginario social y legitimar la adhesión a nuevos subsistemas funcionales, otorgándoles sentido, identidad y pertenencia.
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