Summary: | Los modelos media-varianza de selección de cartera, y en general los basados en el binomio rentabilidad-riesgo, parten de un capital inicial cierto. La consideración de la aversión al riesgo en los mismos es indirecta y siempre referida al valor final de la cartera, así que por lo general lo que se determina en los mismos es la proporción de la inversión total o riqueza inicial que se destina a cada activo considerado. Sin embargo, en muchas situaciones reales la aversión al riesgo debe considerarse ya en el momento de invertir, por lo que la determinación de la cuantía a invertir, coste o dotación inicial forma parte del problema, considerando que será mayor, dentro de unas cotas, si existe la probabilidad de obtener mayor rentabilidad aún soportando mayor riesgo. El problema se presenta mediante un modelo simple, pero general en su planteamiento, en el que además de la composición de la cartera queda determinada la cantidad a invertir. La idea es que el inversor establece dos capitales, uno como mínimo y otro como máximo, que está dispuesto a invertir y se utiliza la optimización por escenarios para decidir qué cantidad, entre las dos anteriores, le conviene invertir según sus expectativas.
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