Summary: | En respuesta a mis críticos, amplío la clarificación conceptual y la estipulación metodológica del habitus emprendida en
“Homines in Extremis” para ayudarnos a movernos desde una sociología del cuerpo con un objeto socialmente constru-
ído a una sociología desde el cuerpo como un vector de conocimiento, poder y práctica que está construyén-dose socialmente.
La especificación del habitus según la pertenencia a colectivos, la vinculación con instituciones, y el propósito
analítico hace que sea una noción multi-escalar flexible con la cual construir el individuo epistémico y dar cuenta de la reproducción
y el cambio, el conformismo y la creatividad, así como también una auto-revisión. Para esto, debemosrechazar
las interpretaciones teológicas que rígidamente encierran al habitus en el contexto de Bourdieu; evitar confundir las propiedades
formales de la noción con sus características concretas en contextos y casos específicos; y distinguir entre la invocación
retórica de sus conceptos (“hablando bourdesianamente”) y la eficacia de su despliegue en la construcción del
objeto empírico. Con su capacidad de corporizarse e incrustarse, el habitus aporta temporalidad, profundidad, y deseo al
epicentro analítico. Nosrecuerda que el mundo social no estransparente, abierto e instantáneo,sino dotado de gravedad,
opacidad, y asimetría. Tratar al organismo sensible y hábil como fuente de inteligencia social y perspicacia sociológica
puede ayudar a la ciencia social histórica a conectarse con una psicología enactiva y recuperar la carnalidad de la acción
que los reportes convencionales de la vida social borran rutinariamente.
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