"La Medicina como Institución: entre la Voracidad y el Suicidio"

Para mí es un verdadero honor compartir con ustedes hoy este modesto pero significativo aporte, el libro "La Medicina como Institución:
 Entre la Voracidad y el Suicidio".
 Libro que dedico a José Mario y Julián Andrés, lo más hermoso que ha pasado en mi vida.
 El p...

Full description

Bibliographic Details
Main Author: Sonia Echeverri de Pimiento
Format: Article
Language:Spanish
Published: Editorial Kimpres 2004-03-01
Series:Medicina
Subjects:
Online Access:http://revistamedicina.net/ojsanm/index.php/Revistamedicina/article/view/451
Description
Summary:Para mí es un verdadero honor compartir con ustedes hoy este modesto pero significativo aporte, el libro "La Medicina como Institución:
 Entre la Voracidad y el Suicidio".
 Libro que dedico a José Mario y Julián Andrés, lo más hermoso que ha pasado en mi vida.
 El prólogo es del profesor Carlos Eduardo Maldonado y el epílogo del profesor José Félix Patiño.
 Sin poder separar la medicina, el arte de curar, de la enfermería, el arte de cuidar, y conociendo que la medicina involucra múltiples actores, y que cuando algo le sucede a ella, bueno o malo, sin duda arrastra consigo a otros, es válido, entonces, asumir el problema de una
 Medicina entendida y aceptada como Institución.
 De suerte que la medicina como institución puede abordarse desde múltiples perspectivas, desde la ciencia y arte de curar, el paciente, la práctica médica, entendiéndose por práctica médica, la atención y cuidado de la salud de los seres humanos, lo cual involucra al médico, en todas y cada una de sus especialidades; al odontólogo, enfermera, nutricionista, farmacéutico, las instituciones de salud y la legislación, entre otras.
 Una institución que está sufriendo los embates de la globalización, la comercialización, productividad y la deshumanización. Pero que, tratándose de una institución, de interés social, que tiene que ver con la
 atención de quien sufre, del paciente, del ser humano, no puede permitir dejarse arrastrar por politicas, por intereses económicos, por la desesperanza, y por la pérdida de la virtud y de lo que originariamente debiera ser su razón de ser. Nos encontramos así, ante una situación de degeneración del papel que desempeña el médico en la comunidad. Pasa de ser el que cura, el que atiende, el que consuela, a ser el que genera
 dividendos. Se va desdibujando, entonces, la figura del médico caritativo, con gran sentido de humanitarismo, del médico íntegro, del que hace lo mejor por su paciente, para encontrarnos con una figura manipulada, obligada a velar por los intereses de otros y no precisamente por el interés médico de sus pacientes, lo que significa
 un costo muy alto, social y ético para la medicina.
ISSN:0120-5498
2389-8356