Summary: | Las últimas palabras pronunciadas por Plotino a su médico y discípulo Eustoquio (V.P. 2.25-27) constituyen una exhortación a la filosofía, expresada a modo de último consejo, que conecta con el tema platónico del ascenso y regreso del alma. Es preciso huir del mundo de acá hacia el de allá, para regresar, como Odiseo, a la verdadera patria. En la arquitectura plotiniana las tres hipóstasis divinas, además de ser constitutivas de la estructura de la realidad transcendente, se hallan también de manera latente presentes en el hombre. ¿Cómo explicar en palabras ese esfuerzo por hacer elevar lo que hay de divino en nosotros a lo que hay de divino en el universo? Más allá de Eustoquio, el único destinatario inmediato, esta exhortación-recomendación se extiende a toda la humanidad.
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